sábado, 17 de diciembre de 2011

Cesaria Évora

Seguramente habrá sido en la década del '90 el tiempo en que descubrí a Cesária Évora; no debe haber sido mucho después de 1997, porque recuerdo exactamente el momento. Fue, como tantos otros descubrimientos, en una disquería. Durante los años '90 viajé reiteradamente a Los Angeles por motivos laborales, y también para ir a visitar a mis amigos Ariel Torrone y Marcelo Berestovoy. Pero además para internarme en las incontables e inmensas disquerías de las diferentes zonas. Siempre encontraba algo bueno y a buen precio en cualquier lado. Y eso que la importación estaba abierta en la Argentina (ahora, con Moreno, te quiero ver comprando legal alguna joya que no se edite aquí). Ese paisaje hoy es pasado: todas esas disquerías desaparecieron por internet, por impericia del negocio discográfica, por la burbuja hipotecaria, por la crisis mundial. La única que queda es Amoeba.

Creo, entonces, que yo estaba en Moby Disc, en Pasadena, hurgando entre las bateas de usadas cuando irrumpió en mi sistema nervioso. Fue como cuando huele un fuerte perfume, pero en sonido. Yo soy duro para la llamada "world music", pero cada tanto algo encuentro, y por eso se ha creado el sector "Tercer Mundo", en mi discoteca: todo aquello que no sea argentino o anglo, va a parar allí. No es una denominación clasista: españoles, suecos y franceses habitan ese estante.

Lo cierto es que fui notando que esa fragancia musical me envolvía, pese a que no es de mi preferencia. Pero tenía ese sabor de las cosas nobles, buenas e irresistibles, como el "Buena Vista Social Club", y otras cosas hechas artesanalmente, con madera de calidad y cariño de verdad. Tuve que ir a preguntar que era; el tipo ni me repondió: con un movimiento de cabeza me hizo fijarme en el cartelote con un CD que tenía delante de mis narices: "You're listening now to...". Era "Cabo Verde" de Cesária Évora, edición estadounidense a través del sello Nonsuch. Me lo compré, lo disfruté, y con el tiempo fui descubriendo que Cesária era una mujer ya grande, de las islas de Cabo Verde, que bailaba con los pies descalzos, que bebía (mucho) y que fumaba (no sé cuanto), y que tenía en algunas fotos una franca sonrisa que hablaba de alegría, y en otras una mirada triste que hablaba de sufrimiento, que lo tuvo y mucho.

Hoy, con gran pena, me entero que murió a los 70 años en su Cabo Verde natal. Para ella, el pasaporte era una libretita, que rápidamente se llenaba de sellos y ella devolvía para que le entregaran otra. No recuerdo, pero me confirman que fui a verla a La Trastienda cuando vino aquí. Lo que es inolvidable es aquella tarde en Pasadena, cuando la conocí de verdad, más allá de nacionalidades, pasaportes, modas, preferencias, edades, estilos y pertenencias: cuando me acarició el alma con el terciopleo de su voz, haciéndome suyo para siempre.

El mejor de los viajes y gracias por aquella tarde, Cesària.

viernes, 1 de julio de 2011

Los que yo quiero que vengan

2011 hierve con la oferta de números nacionales e internacionales. Tengo miedo que el boom sea el sonido de la burbuja al explotar, pero mientras dure nadie nos quita lo escuchado. Sin embargo, soy de esas personas que siempre quieren más. Diría insaciable, pero eso tendría connotaciones sexuales y enloquecería a las chicas y causaría un mar de risitas ahí en el fondo.

Por lo tanto, como los empresarios eligen ser cortos de miras y traer una y otra vez a los mismos grupos, confeccioné mi propia lista. No creo que logre inspirarlos: es más fácil hacer que un yacaré juegue al truco y haga señas, pero siempre aparece alguno que sabe que soy "deformador de opinión" y se confunde.

¿Cuántas veces más van a traer a Ska-P y esas bandas españolas pedorras tipo Héroes del silencio, Bunbury o el que toca el oboe con ellos y su fabulosa banda solista?

Esta es mi lista. Y si no les gusta, tengo otras.

Los que yo quiero que vengan

Tom Petty & The Heartbreakers
Wilco
George Thorogood
Ween
Joni Mitchell
The Vaccines
Tom Waits (en serio)
Nick Lowe
Al Green
Robyn Hitchcock
Billy Idol
Super Furry Animals
Adele
Stevie Wonder
J.J. Cale
Fiona Apple
Joe Jackson
Pulp
Roxy Music
Steve Winwood
Fountains of Wayne
Paul Simon
The Cars
Todd Rundgren
George Michael
The Zombies
Ron Sexsmith
Bob Seger
Amy Winehouse
Joan Jett
Weezer
k.d. Lang
Johnny Winter
Leonard Cohen
Hugh Laurie
Kate Bush
Sade
Rufus Wainwright
Paul Weller
Richard Hawley
Joe Bonamassa
Suzanne Vega
Allman Brothers
Eminem
Fats Domino
Lynyrd Skynyrd
The Who
Joan Armatrading
Pete Townshend
Stevie Nicks
Florence & The Machines
John Mayer
Steve Miller Band
Band of Horses
Crosby, Stills & Nash
Huey Lewis & the News
Carly Simon
The Eagles
Dr. John
Squeeze
Ry Cooder
Eels
Annie Lennox
Allen Toussaint
Brian Eno
Death Cab For Cutie
Adam Ant
Teenage Fanclub
Van Halen
Alicia Keys
Fleetwood Mac
Villagers
Dave Edmunds
Foo Fighters
Robert Plant
Manic Street Preachers
Cat Stevens
Herbie Hancock
N.E.R.D.
Missy Elliot
Pretenders
Van Morrison
Procol Harum

¿Qué faltan algunos?
Seguro que sí.
Vos también podés hacer tu lista.
Unamos nuestras mentes y traigámoslos.
Despierten al Grinbank dormido en su interior.

lunes, 20 de junio de 2011

Clarence Clemons a la Eternal Tour

El rock siempre tuvo problemas con el saxo. Es un instrumento que se adecua más naturalmente al jazz que al rock. Encontrar un buen saxofonista de rock es un trabajo difícil. Y si no lo creen así, hablen con Keith Richards, que tuvo que apelar a su máxima presión para volver a tener a Bobby Keys en la banda que acompaña a The Rolling Stones. ¿Por qué? ¿Acaso no tocaron con Ernie Watts en su gira de 1981? ¿No tocó Sonny Rollins exitosamente en "Tattoo you"? Sí, pero hay un toque exacto que tienen los saxofonistas que saben y sienten el rock. Y no lo tiene cualquier saxofonista, por más bueno que sea. Eximamos de esto a los incontables grupos de rock argentino que queriendo remedar el sonido "redondo", se han empeñado en incluir un saxo en sus formaciones. Para que esto funcione será necesario clonar a Emilio Villanueva, el saxo de La Paternal, uno de los que sabe como es esto del saxo en contexto de rock y blues


De ahí la importancia de Clarence Clemons, que fue el saxofonista de Bruce Springsteen & the E Street Band desde el comienzo. Pero Clemons fue algo más; fue un símbolo, una mascota, una de esas presencias que se hacen grandes más allá del voluminoso tamaño que el hombre portaba. Esos tipos portan una magia que se va amasando a través de los años. Todo el mundo conoce a Keith Richards, pero el que se lleva la más emotiva salva de aplausos en los shows de los Rolling es Charlie Watts. Lo mismo pasa con Little Steven, a quien todos conocemos por su trabajo con Bruce Springsteen, pero más por lo que hizo en "The Sopranos". Pero el símbolo de la E Street Band era Clarence Clemons.

Murió el sábado a los 69 años de edad, con una salud que venía deteriorándose aceleradamente. Se lo extrañará y seguramente las cosas serán muy diferentes para Bruce Springsteen ahora.

viernes, 18 de marzo de 2011

PAPPO: EL HOMBRE SUBURBANO

Al fin, después de cuatro años, llegó el momento tan ansiado.
El libro sale el miércoles, si no hay sorpresas con paros u otras cuestiones.
Fue un largo y agotador camino. Se darán cuenta cuando lo lean.
Pero cuando ví las copias digitales, que no son libros, ni archivos, sino como ediciones
de prueba, sentí una profunda emoción, mayor quizás a las de los otros libros que escribí, salvo el de Charly que fue el primero.
Esa emoción fue quizás mayor o distinta, porque Pappo ya no está entre nosotros.
Conociéndolo como aprendí a conocerlo investigando su vida, seguramente Norberto Napolitano hubiera compartido ese sentimiento que me embargó cuando tuve por primera vez el impreso entre mis manos.
Lo escribí con cariño y dedicación, porque su vida no estaba bien documentada.
Muchos de los que aquí participaron no recordaban algunos acontecimientos, pero siempre había alguien que me tiraba algún dato en el que podía hurgar, y así llegar al relato más cercano a lo verdadero.
Fue un auténtico trabajo periodístico, o al menos así lo sentí yo.
Me ayudó muchísima gente, mucha más de lo que se aprecia en el libro.
Porque quizás el que me daba ese dato, conoció a Norberto circunstancialmente, y no tenía idea (yo tampoco muchas veces) de que esa información me conducía a dilucidar un enigma.

Hoy lo presenté en "Cual es?", el programa de Mario Pergolini, que no dudó en aceptar una nota cuando le expliqué de qué se trataba. Me gustó conocer el estudio "Norberto Napolitano". Me gustó, hoy, trabajar con su gente y los audios de solo algunos de los que fueron entrevistados para "El hombre suburbano". Habrá cinco micros que saldrán durante la semana que viene, y en ellos hay algunas declaraciones que no figuran en el libro. Me sentí feliz de poder volver a poner al aire al maestro Antonio Carrizo, a quien su salud no le permite hacer radio.

La certeza de que Pappo hubiera querido tener su biografía me impulsó a llevar adelante este proyecto, quizás el más complejo que he acometido en mi carrera, y por cierto, muy diferente en su naturaleza al libro de Charly, que tuvo dificultades de otra especie. Los libros tienen vida propia, y éste, como mis otros cuatro, lleva mi nombre, pero ya no me pertenece. Espero que se rían mucho, pero mucho, tanto como yo me reí, y que podamos recordar a Pappo con alegría, porque su paso por el rock tiene las marcas de la magia que envuelven a los grandes mitos. Quise también que ese paso sirviera también para contar las historias de otros pioneros que tienen tanto mérito como Pappo, pero que quizás no han gozado del reconocimiento que merecían.

Pappo vive en todos los que lo quisimos y admiramos a través de su música.
Solo espero que este libro ayude a que aquel que lo lea sepa que la magia existe y que no se puede expresar con palabras. Yo lo intenté a través de más de quinientas páginas, pero ni siquiera tantas letras alcanzan la rodilla de su guitarra genial, sus formidables canciones, sus increíbles letras o su profundo vozarrón.

"El cantante está emocionado/ escucho temblar su voz".

Y, créanme, el autor de este libro también lo está.

¡Viva Pappo!

viernes, 11 de marzo de 2011

Liberación de libros

LIBERACIÓN MASIVA DE LIBROS

HoraLunes, 21 de marzo · 0:30 - 23:30

LugarDonde vos quieras!

Creado porMovimiento Libro Libre Argentina, Movimiento Libro Libre Argentina

COMO TODOS LOS 21 DE MARZO, ESTAREMOS LIBERANDO LIBROS!

La idea es "liberar" (dejar) un libro en un espacio público (plaza, bar, transporte público, museo, etc...).

Pueden participar de la propuesta todos aquellos que lo deseen liberando un libro el lunes 21 de marzo de 2011 en el lugar donde vivan o se encuentren en ese momento.

Para participar, dejá un libro en un espacio público con una dedicatoria que indique:

- Que el libro pertenece al Movimiento Libro Libre Argentina.
- Que es de quien lo encuentre pero que al finalizar su lectura deberá ser liberado, para que pueda ser disfrutado por otras personas nuevamente.
¡Muchas gracias por participar de esta gran cruzada y compartir la iniciativa con tus amigos!

P.D.: Yo voy a dejar algunos de los libros que tengo repetidos o que me sobran en diferentes lugares y después tiraré algunas pistas por la web.

viernes, 4 de febrero de 2011

MEJORES DISCOS DE 2010

Me costó encontrar la lista, pero finalmente apareció donde tenía que estar: bien guardada. Es muy difícil, cada vez más, hacer una selección de los mejores discos del año, porque hay cada vez más ediciones, aun cuando la industria discográfica parezca irse a pique. Un fenómeno paradójico, pero atribuible a la cada vez más común edición independiente. Por lo tanto hay mucho para escuchar, y yo que me he vuelto selectivo, cada vez que escucho algo es por motivos profesionales. De esa larga lista, escojo algunas cosas para consumo personal. Muchas de ellas están en esta lista. Irán apareciendo a lo largo de "Futuro Imperfecto".

No están en ningún orden particular, sino como  me los fui acordando.

1. Mojo - Tom Petty
2. The suburbs - The Arcade Fire
3. Band of joy - Robert Plant
4. Tribal - Dr. John
5. Tin can trust - Los Lobos
6. Congratulations - MGMT
7. Infinite arms - Band of Horses
8. Come on and get it - Eli “Paperboy” Reed
9. Write about love - Belle & Sebastian
10. The Sea - Corinne Bailey Rae

miércoles, 2 de febrero de 2011

Futuro en diferido

Resulta gratificante haber tenido en el primer programa tanto feedback de los oyentes a través de las redes digitales, Facebook y Twitter. Si bien todavía le estoy tomando la mano al programa, espero que en breve la interacción pueda ser mayor. "Futuro Imperfecto", paradójicamente, no fue tan imperfecto, mérito del equipo que conformamos todos. Justamente quería comentarles algunas cosas y nuevamente agradecerles que estuvieran del otro lado.

La primera es que a partir de marzo o quizás antes, todos los programas, no solamente "Futuro Imperfecto", van a estar colgados en la página del CCRojas, con lo que todavía no sé si podrán descargarlos, pero sí que podrán escucharlos. Hubo quienes sugirieron que publicase aquí la lista de temas emitidos, pero soy de los que piensan que la radio es un momento y que la magia surge de lo espontáneo. El que se lo haya perdido no debería hacerse mala sangre, no solo por que podrá escuchar algo por internet, sino porque habrá otros "Futuros Imperfectos", y quien sabe qué más.

Hoy me junte a charlar con una amiga y me dijo que hoy a la noche comienza el año del conejo o gato, y que este será un año de transformación, así que espero que pasen muchas cosas buenas para todos. Quizás haya algunas otras sorpresas que pueda comunicarles en un futuro no muy lejano. Nada que haga vibrar la tierra o tal vez sí.

Volver a la radio es algo que me da muchísima alegría, y ya estoy trabajando en el segundo programa. Pero quisiera dejarles, y tomar como costumbre hacerlo en lo sucesivo, un souvenir de cada emisión. Alguna cosa que me gustaría subrayar. "Futuro Imperfecto" está pensado para la gente, pero lo que yo busco es sorprenderme a mí mismo: descubrir algo nuevo, encontrar algo inesperado, hallar la imperfección que es fuente de belleza.

Me pasó con el tema de Louis Armstrong que pusimos ayer, al final, recordando a John Barry, el autor y arreglador por siempre asociado con James Bond. La película era "Al Servicio de Su Majestad", no recuerdo como se la tradujo aquí, y la canción era de 1969, cuando Louis Armstrong estaba ya enfermo, dos años antes de morir. No era un hombre anciano: tenía 68 años, pero un cuerpo extenuado. Pensaba volver a los escenarios apenas sus piernas recobraran cierto vigor. No pudo ser y se murió de un paro cardíaco mientras dormía. Escuchar esa canción, me emocionó y quise compartirla desde la radio. Me parece una belleza imperecedera, a salvo de todo futuro. Un recuerdo doble: para John Barry que la arregló y la compuso y para el gran Satchmo que la cantó.

Les cuento algo: en determinado momento, supongo que a los 15, 16 años, descubrí el jazz. Como pude, sin demasiada guía y sin plata para comprar (más) discos. Algo que me ayudó enormemente fue ICANA, el Instituto Cultural Argentino Norte Americano, que todos los miércoles a las 19, brindaba recitales de jazz gratuito. Ahí me ví a la Fénix Jazz Band, a Swing 39 (con Malosetti padre), Antigua Jazz Band. Y así fui aprendiendo a entender lo que era la improvisación bien hecha. Las canciones de Louis Armstrong, o las que él tocaba, eran mis favoritas. Su cara refleja todo lo buena que tiene su música. Se dice que esa sonrisa era producto de la marihuana, pero prefiero creer que venía de la felicidad que le otorgaba su trompeta, y que lo otro era un adicional.

Aquí, tenemos al gran Louis Armstrong, cantando fuera de su territorio, una balada hermosa: