viernes, 14 de enero de 2011

Regar las plantas.

Cuando yo vivía solo, una de mis novias de aquel movido 1989, me regaló una planta que aún sobrevive y que mi mujer adoptó, como quien adopta un fruto de un matrimonio anterior. Supongo que esa novia, que ahora es una gran amiga a la que hace tiempo que no veo, se dio cuenta que mi departamento carecía de vegetales, aunque recuerdo algunas macetas en el balcón, pero bien puedo haberla alucinado. Era un balcón interno. Otra novia (dos o tres anteriores a la que mencioné), se iba a venir a vivir conmigo y eligió ese departamento. Cuando ví que la vista era a un muro gris y a una chimenea plateada me dijo: "La mirada interior, querido". Nunca hay que dejar que a uno le elijan el lugar donde va a vivir. Tiene que elegir uno o ser una elección compartida, en el mejor caso.

El asunto es que con la vida, el jardín ha crecido enormemente. Jardín al que verdaderamente no le he dado pelota. Pero el efecto carambola vive en todos nosotros y las cosas se van anudando, y ahora encuentro cierto placer en ponerme a regar las plantas cuando cae el sol. Supongo que porque es algo que puedo hacer con el iPod enchufado y escuchando música. Creo igual que la cosa viene por otro lado.

Cuando fui a dar el curso de periodismo de rock en Mendoza, hubo un par de cosas que me pegaron mucho (más allá del enganche natural que tengo con la provincia y su gente). El más fuerte fue ir a ver a mi amiga Rosita al Club Guillermo Cano, asomarme a ver el lugar donde tantos libros leí, verlo un poco despintado (es la construcción que protege al motor de la pileta) y ver esa enorme piscina vacía. ¡Era la primera vez que la veía vacía! Me contó Rosita que es porque Mendoza estaba en emergencia hídrica por la sequía.

Mendoza es un terreno desértico. Los mendocinos supieron temprano que el agua de deshielo era más que una calamidas, una oportunidad para convertir su provincia en un vergel. Plantaron por todos lados, y en especial, muchos álamos. Para ellos el agua es crucial, y por eso la cuidan, y por eso el sistema de acequias y canales. Muchos creen que el gran activo de Mendoza es el vino. Se equivocan: es el agua. Sin ella, no habría vides, para comenzar. Lo otro fue un paseo matinal por el Parque General San Martín, que es un lugar que adoro. Es mucho más grande, me parece, que los bosques de Palermo, y mejor cuidado. Tengo algunas fotos por ahí.

El asunto es que volví de Mendoza y comencé a interesarme un poco más por mi propio jardín y por el cuidado del agua. De hecho, hay un departamento vacío en el PH de al lado, y se vé que dejaron una canilla abierta: hace dos meses que intento que Ciudad de Buenos Aires y AYSA me den bola, y me dicen que no pueden hacer nada. El agua sale por la calle constantemente. Pienso en la pileta del Club Cano vacía, en la sequía mendocina, y me parece que es un desperdicio absurdo.

Se ve que con la edad vienen estas cosas. Cuando uno es joven no le preocupa. El asunto es que, si te va más o menos bien, llegarás a viejo. Por eso, yo preferiría ver menos publicidades de "cuidemos el agua", y más acción por parte de AYSA, controlando las obras en construcción que malgastan el agua a veces con un caño que pierde a raudales durante semanas.

Y ahora, voy por mi Gerovital. Disculpen. ¿Ustedes quienes eran?

12 comentarios:

  1. El otro día no podia creer cuando escuché que los porteros tienen prohibido baldear las veredas determinados días (creo que martes y jueves).

    Me re alegró, porque al final resulta que en Baires derrochamos todo lo que escasea más allá de la General Paz y no es justo, claro.

    Discutíamos con mis viejos si acaso la culpa era del portero obse o si los obse eran los dueños de los departamentos. O sea, si al portero se le cantaba ponerse a baldear a modo de catarsis... O si solamente recibía órdenes del consorcio.

    Mis viejos son una suerte de porteros de este edificio y tienen que limpiar las escaleras tres veces por semana. Mi vieja usa baldes, el agua justa y necesaria. Y el mismo día en el que salió la noticia de los porteros en capilla, saltó una vecina que se hace la cogotuda y le dijo a mis viejos que por qué no usaban la manguera, que mejor era usar la manguera para limpiar. Y que de paso, manguereara los vidrios.

    "Ésta le voy a usar manguera" me dijo mi vieja. Conserva las costumbres cordobesas léxica y político-socialmente.

    Por más verde y menos pendejada.
    Hacia el helecho, siempre!

    (A mí me pegó el viejazo temprano. Y mejor así.)

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  2. Corita: Entiendo un poco del tema, porque siempre tuve afinidades con los porteros. Al tener un padre ausente, buscaba en los porteros algo de lo que me faltaba. Y algo conseguía. Hay porteros, encargados, bueno y malos, como en todo. Pero los vecinos suelen agotarlos con boludeces. Lo del agua no tiene que ver con ser portero, sino con esa desidia tan argentina hacia las cosas, el agua incluída.
    Beso. Y hasta el helecho, siempre!

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  3. Mi jardín es muy grande y vivo pendiente de el, de cada yuyo que dale y de cada flor, a veces pienso que vivo "demasiado pendiente",
    Estuve un tiempo sin regar el pasto porque no quería que creciera mucho, (no tenía jardinero) sin darme cuenta que no llovía hace como un mes, de repente....se secó todo, entonces recordé que en uno de mis viajes a Carlos Paz estaba todo seco y el pasto amarillo, se les prohibía regar y me dió pena, ahora me doy cuenta lo que significa la lluvia en las provincias dónde hay sequía y muchas veces cierro la canilla a pesar del placer que me provoca regar,
    Uyyyy como llovió hace un par de días no regué más, me voy al jardín!!! mis plantas piden ayuda!

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  4. Ojalá yo tuviera un jardín.
    Ni plantas puedo tener en mi bulito porque se ve que para las gatas son un plato gourmet.

    Me quedé pensando en lo de la desidia argentina... Me parece que es más bien porteña. Porque tenemos todo y no nos falta nada. Pagamos dos pesos de agua y la tiramos. En Córdoba pagan más agua que teléfono! Cuando se vive con lo justo se aprende a valorarlo.
    Eso sí: en Barcelona me llamó la atención que la municipalidad (o como se llame allá) pasaba todos los días a la madrugada regando y limpiando las calles. No vi un solo portero.
    Y parecían bien utilizados los cestos de basura orgánica, reciclable y no. Ahí sí que tenemos desidia. Siempre todo a la misma bolsa y que los nietos se arreglen.

    Qué lindo volver al ruedo.
    Verde y todo!

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  5. Bueno, la desidia, por ejemplo, es que tengamos tarifas tan diferentes. Se entiende: en Capital y GBA, ganar una elección es casi ganar la nacional. Pero también creo que en lugares más chicos, se ven menos los problemas de este tipo. Creeme que cabezas de alcornoque hay en todos lados. Pero el Conurbano es terrible. Y Capital se parece cada día más.

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  6. Por eso digo... hay que ahorrar agua.
    Viva las duchas grupales!

    Desde aquella vez que nevó en Baires y se me quemaron las pocas plantas que tenía, no he vuelto a armar el balcón de manera decente... soy un desastre.

    Bajando por la autopista hacia constitución, ahí donde nadie parece ver a los indigentes apostados viviendo de papel y de lo que pueden, en condiciones menos que paupérrimas, hay una pérdida constante de agua.
    Eso si, los costados del muro de la autopista fueron decorados con plantitas hidropónicas que duraron lo que un suspiro...

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  7. Sergio, acabo de hacer el trabajito porque estuve un par de días de viaje y mi cónyuge no tiene incorporada la costumbre. Estoy criando cuatro "jacarandaces", una tipa blanca, algunos laureles de jardín, álamos, albahacas, una azalea, tomillos, melones y sandías. Es una dicha ver crecer las plantitas y participar del asunto. Ya en mi vida casarense pasaba mis ratos criando y cuidando arbolitos y plantas. En fin, acá la sequía es muy importante y el tengo el pasto a la miseria porque hay que racionar el uso de agua potable.
    Siguiendo la costumbre del viejo myspace, mando para todos un gran abrazooooooo!

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  8. Claudio, pudiste conseguir un Cestrum nocturnum?

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  9. Claudio: Vos siempre tuviste habilidades manuales y amor por la naturaleza. Yo sólo de lo último. ¿Qué es el Cestrum nocturnum?
    Abrazooo.

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  11. Si bien el nombre despierta severas sospechas, aparentemente el Cestrum Nocturnum es una inofensiva planta. Nuestra común amiga Malena tiene predilección por estos vegetalitos de Tata Dios, y así como nos suele recomendar un discazo también intenta que adoptemos un ejemplar de aquella especie. Sinceramente, me da miedito el nombre y por el momento no me animo a preguntarle a la chica del vivero por el Cestrum Nocturnum... por ahí lo toma a mal, a vos qué te parece?

    Abrazoooo

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  12. Ese cestrum es un trucho im-pos-tor. No está en el diccionario de latín ¬¬ No le crean nada!

    Anoche vi que un grupo de hippies tira bombas de semillas en los canteros de la ciudad! Increíble! Capaz que en unos años tenemos centrum para todos. Del bueno.

    Y sigamos luchando por el helecho, que me pasé el finde en Zárate y cuando volví a esta cruel capital me enfermé!

    Ah. Aguante la ducha grupal! =P

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