jueves, 23 de diciembre de 2010

Caballos cansados en un histórico departamento

En Facebook publiqué una nota sobre el viejo departamento de Charly García, que salió en Perfil.com y donde yo cuento algunas cosas. Realmente ver las fotos del estado en que quedó, me produjo penita, y reflexioné que era de alguna manera una fotografía de lo desangelado que estaba García en sus últimos años. Una foto vieja de alguien que está mucho mejor.

Siempre se da la cuestión de los lugares históricos, la melancolía que producen y los momentos que representan, que parecen chocar contra el presente, el progreso y el futuro. Yo soy un amante de los lugares históricos, pero de mi propia historia. Y me sucedió lo siguiente. Yo vivía en la calle Alberdi al 2400 en Flores. Estuve unos 15 años sin volver a entrar al edificio, y cuando lo hice visitando a una familia, pensé que me iba a dar una emoción que me iba a hacer llorar. Nada.

Lo mismo me sucedió con Mendoza. Pensé que cuando entrara al Barrio Cano, donde pasé algunos de los momentos más felices e iluminados de mi vida, vacacionando en lo de mi Tía Lila, me iba a dar un patatus. Nada de eso. O pasar por mi viejo colegio, o por la casa de una ex, o ver a mis compañeros del secundario. ¿Es que acaso soy un insensible? No: entendí que lo que hacía que esos lugares fueran especiales era la gente y las cosas que pasaban entre nosotros en ese ámbito. Que quizás los lugares tengan energía, sí, pero que hace falta algo más para ponerla en movimiento.

Ah, y la corto porque me voy a morfar. Estoy escuchando el segundo disco de León Gieco, "Banda de caballos cansados", y quería escribir algo al respecto. Pero tengo mucha hambre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario