jueves, 23 de diciembre de 2010

Scorpions!

La verdad es que no recuerdo la anterior visita de Scorpions a la Argentina. Quizás haya venido a un festival de heavy-metal, o a lo mejor yo no estaba en el país, o estaba muy ocupado con alguna señorita. Miles de cosas pueden pasar en la vida del periodista de rock. Pero esta vez, voy: ¡y si tuviera una camisa de leopardo, me la pongo!

A Scorpions lo descubrí en los 80 porque se hablaba mucho de ellos, y sonaban en algunos programas de Radio del Plata, cuando era una FM gloriosa de la cual fui primero oyente, y después integrante del staff. Pero comencé a disfrutar de ellos con su doble en vivo, "World Wide Life". Cuando una banda hace un buen disco en vivo, hay que ir a verlos. Hacer un buen disco en vivo es complicado, tiene un gran mérito. Además, es la despedida y quiero estar ahí.

Me encontré con mucha gente que me dice: "¿En serio vas a ir a ver a Scorpions?". Sí, sí y sí. El problema es que Scorpions quedó preso del éxito de dos de sus baladas, una colosal y otra medio sentimentaloide.

La colosal es "Still loving you", que quizás sea la mejor balada heavy de la historia. Parece que es de macho no gustar de las baladas heavies, pero yo las adoro. "Still loving you" tiene todo: una gran melodía, fuerza, dramatismo, buenos arreglos, guitarras ardorosas y un gran solo al final que derrite todo. Klaus Meine la canta magistralmente, medio susurrado al principio, para después descargar todo su registro vocal. OK, nos saturó, nos hartó, nos colmó. Pero es buenísima. Igual que "Mujer amante" de Rata Blanca, a la que defenderé otro día.

"Wind of change", en cambio, es fácil de odiar por el insoportable silbidito. Pero tiene su significado: habla de lo que estaba pasando en Alemania con la caída del muro de Berlín, que mostró que el comunismo era cartón pintado con la posterior caída de la Cortina de Hierro. La gente quería libertad, un viento de cambio en una vida gris y digitada por un Estado que podría haber sido la pesadilla de George Orwell. ¿Que semejante evento hubiera merecido un tema mejor? Seguro que sí, pero eso pasaba en Alemania, donde los Scorpions residen y era lógico que los afectara. La canción tiene mejor melodía que la que se le concede. Es el silbido lo que la arruina.

Y además, Scorpions tiene como para armar un set matador. Yo confieso que me quedé en "Love at first sting" y "Blackout", además del doble en vivo, pero seguramente los harán todos. Si el Luna Park esa noche se digna a sonar bien, viviré un fantástico momento, salvo que el retiro sea por senectud. Pero no lo parece: da la impresión de etapa cumplida. Y es saludable que una banda lo note y actúe en consecuencia.

¡Grande, Scorpions!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario